El semanario alanista “Caretas” publicó ayer una información sobre la millonaria pensión del presidente Alan García, según la cual el monto total de lo cobrado por el mandatario aprista, incluido devengados, sueldos de asesor, secretaria, chofer, movilidad y refrigerio a personal de seguridad y gasolina llega a la friolera de 2 millones 750 mil 735 nuevos soles con 43 céntimos, cifra dada por el propio presidente del Congreso, Luis Alva Castro.
Es decir que nos quedamos cortos con el cálculo inicial que nos alcanzó el parlamentario Gilberto Díaz, pues sólo en pensiones y devengados entre agosto de 1995 y julio 2006 la suma alcanza a un millón 304 mil 613 nuevos soles con 24 céntimos. A ello hay que sumar otros conceptos como el módulo de personal por S/. 971,885.19, que comprende los sueldos de su asesor Luis Nava, su secretaria Mirtha Cunza y otra persona de apellido Juárez (2001-2006).
Pero eso no es todo, a la lista también hay que agregar la movilidad y el refrigerio del personal de seguridad del presidente Alan García, que entre febrero de 2001 y setiembre de 2005 asciende a S/. 346,950. Ah, casi lo olvidamos, por concepto de combustible también le cayó a Alan García S/. 127,287. Todos los pagos detallados anteriormente dan un total de 2’750,735.43.
¿Y cómo lo hizo? Estarán preguntándose muchos pensionistas a quienes sus magros cheques no les alcanzan para cubrir sus necesidades básicas. Es fácil, primero Alan García huyó del país a la espera de que prescriban los delitos de los que estaba acusado y pasado ese tiempo regresó al Perú y solicitó el pago íntegro de pensiones y devengados, para lo cual presentó un recurso de amparo el año 1998.
Lo cuestionable es que el mismo dispositivo legal usado para pagar la millonaria pensión al presidente Alan García, señala que para tener derecho a la pensión el ex mandatario no puede tener “acusación constitucional, salvo que por sentencia judicial sea declarado inocente”, el cual no es el caso de García porque simplemente esperó que prescriban los delitos que se le imputaban.
Por lo visto, lejos quedaron los tiempos en que el fundador del Partido Aprista, Víctor Raúl Haya de la Torre, renunció a su sueldo que le correspondía como presidente de la entonces Asamblea Constituyente y se puso como remuneración simbólica S/. 1.00 (Un sol de aquella época) en un gesto de solidaridad con los más pobres.
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